Ulises y cíclope
Volviendo a Ítaca, después de la guerra de Troya, Ulises, el rey de Ítaca y sus hombres se encontraron con unos fuertes vientos que los arrastraron hasta las islas de Sicilia. Allí se decía que habitaba el cíclope un ser con un solo ojo. Los valientes hombres entraron en la isla y vieron una cueva de la que salía un mal olor se adentraron en la cueva.
El propietario era el cíclope más fuerte de toda la isla que estaba pastando sus ovejas y cuando fue a entrar vio a Ulises entrar y se metió. Luego empezó a pegar gritos y a destruir todo lo que encontró y selló la salida con una roca, Ulises le dio las provisiones al cíclope llamado Polifemo, y el mismo preguntó como se llamaba, Ulises le respondió con astucia que se llamaba Nadie.
Después de que se durmiera el cíclope, Ulises le clavó una estaca en el ojo y Polifemo se despertó con gritos de dolor que se oyeron por toda la isla. Los cíclopes fueron y le preguntaron que quién le había atacado, Polifemo dijo que nadie. Ante esa extraña respuesta los cíclopes se marcharon. El cíclope fue a sacar a su rebaño y en ese momento Ulises y sus hombres huyeron de la isla y desde lo lejos Ulises gritó que si alguien le preguntaba quién le dejó ciego que fue Ulises, el rey de Ítaca. Polifemo invocó al rey del mar para que se vengase y una tormenta persiguió a Ulises hasta llegar a Ítaca.
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