Cuestión de suerte
Hace mucho tiempo, muy lejos en un reino. Fueron robadas las joyas de la princesa, el rey dijo que quien encontrara las joyas tendría la mano de su hija, eso sí si no las encontraba antes de tres días sería castigado.
Un hombre muy pobre llamado Juan Grillo fue al palacio y un guardia lo condujo a hasta su aposento. El sol se puso y un criado de dio la comida y dijo que ya había pasado un día y esas palabras que le asustaron. Juan sabía que los criados habían robado las joyas.
Al segundo día pasó lo mismo, hasta que en el tercer día, Juan dijo que ya habían pasado 3 días entonces, los criados se le echaron a los pies y dijeron:
- ¡Por favor, no se lo digas al rey, te diremos donde están las joyas pero no se lo digas!
Juan llevó las joyas al rey y este le concedió la mano de su hija y Juan renunció a casarse, porque pensó que en el amor no se puede mandar. Desde entonces Juan se convirtió en consejero real y desde ese día vivió en el palacio y se convirtió en unos de los más fieles colaboradores del monarca.
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tatiana la mhejor -
L'bia Mejor -